Construyendo Nuestro Huerto

Para muchos de nosotros jugar fuera y ensuciarnos las manos en el jardín son algunos de nuestros recuerdos de infancia más preciados.

La naturaleza permite a los niños aprender de las maravillas de la vida.

Por ello desde el grupo Scout se esta fomentando que nuestros chicos construyan su propio huerto.

Ciertos estudios aseguran que el 10% de  niños  jóvenes no tiene acceso regular a la naturaleza, frente al 40% de la generación de sus padres.

Todos nosotros  somos seres hechos para vivir en el medio natural, formamos parte de él, lo necesitamos, así que no es de extrañar que el contacto directo con la naturaleza forme parte integral las pedagogías alternativas.

Por ello una buena forma de interactuar positivamente con la naturaleza, es crear un huerto con los niños.  La lista de beneficios que aporta es para planteárselo:

  • Es una actividad saludable, que nos conecta con el mundo natural, promueve el amor y el respeto hacia la naturaleza, y es muy divertida para los niños.
  • Los niños desarrollan también nuevas habilidades y aprenden sobre la naturaleza
    y la ciencia de cultivar sus propios alimentos.
  • Pueden participar en todas las actividades del proceso desde la
    siembra, abono, cosecha, cocina.
  • Cuidando y cultivando las plantas pueden desarrollar:
    • confianza en sí mismos (alcanzando la meta de cosechar los alimentos que han cultivado),
    • responsabilidad al estar al cuidado de las plantas,
    • aprender relaciones de causa-efecto  fomentando el razonamiento y el descubrimiento (por ejemplo, las plantas sin agua mueren, o las malas hierbas compiten con las plantas…),
    • cooperación (puede ser una actividad compartida y de trabajo en equipo),
    • creatividad (buscando nuevas formas y maneras de hacer crecer los alimentos),
    • nutrición (aprendiendo acerca de los alimentos frescos de cultivo ecológico).